miércoles, 24 de febrero de 2010

Dead Can Dance - THE SERPENT'S EGG


2. Orbis de Ignis (1:35)
3. Severance (3:22)
7. Song of Sophia (1:24)
8. Echolalia (1:16)
9. Mother Tongue (5:16)
10. Ullyses (5:09)

Éste es uno de esos grupos cuya música conoces, pero no acabas de ponerles nombre. Dead Can Dance se formó en Melbourne en los '80, aunque el éxito les llegó sobre todo en el Reino Unido. Sus dos únicos componentes eran (lo digo en pasado porque creo que no continúan como dúo) Brendan Perry y Lisa Gerrard, muy conocida posteriormente por sus trabajos como vocalista en solitario para películas como Gladiator o Black Hawk Derribado (ambas de Ridley Scott). Pocas veces se da el caso de que un grupo evolucione tan drásticamente desde sus primeros trabajos hasta los últimos, y es que los Dead Can Dance comenzaron haciendo una especie de pop-rock oscuro -gótico, según apuntan las fuentes- y después evolucionaron hacia la supresión casi total de su carácter rockero para realizar piezas basadas casi exclusivamente en largos cánticos sobre sintetizadores, con tonalidades étnicas y hasta medievales.

He seleccionado este The Serpent's Egg de 1988 para comenzar a hablar de esta banda porque contiene la que es, a mi juicio, el tema más difundido de Dead Can Dance, The Host of Seraphim, que ha aparecido tanto en el filme documental Baraka como en La Niebla, adaptación de una novela de Stephen King por parte de Frank Darabont. The Serpent's Egg ("El huevo de la serpiente") fue grabado en un abigarrado edificio de apartamentos de Londres, siendo entonces -aunque no en adelante- Perry y Gerrard pareja sentimental.

Brendan Perry y Lisa Gerrard.

En los temas abunda el estilo antes descrito: predominancia vocal, con varias interpretaciones de la Gerrard, superpuestas unas sobre otras como si de un pequeño coro se tratase, aunque Brendan Perry también canta en los temas Orbis de Ignis, In the Kingdom of the Blind the One-Eyed Are Kings ("En el reino de los ciegos, los tuertos son los reyes") y Ullyses. La producción es bastante densa, con tendencia a elevar los ecos de los sonidos y darles una mayor dimensión espacial. Unos cuantos músicos más se encargan de los instrumentos, sobre todo violas, violonchelos y violines, y Perry toca la zanfona, otro instrumento de cuerda, esta vez claramente medieval.

La expresión "Dead Can Dance" se refiere al hecho de dotar de vida a algo inerte u olvidado, y teniendo en cuenta el estilo del dúo australiano caben varias interpretaciones posibles: su aproximación a tradiciones musicales muy antiguas, arcaicas casi, para dotarlas de nueva vida; o simplemente evoca el oscurantismo que se desprende de obras como ésta, que en el tema antes mencionado The Host of Seraphim alcanza dimensiones colosales de dramatismo y amargura, y que en el resto de los cortes no abandona en absoluto su resonancia tenebrosa, semejante a la que puede provocar la contemplación de un cuadro de El Bosco o la lectura de un relato de horror cósmico. Verdaderamente impresionante.

1 comentario:

Elena R.R. dijo...

Maravillosa voz de Lisa Gerrard.
Felicidades por el blog.

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