martes, 9 de marzo de 2010

¿Un sucesor para John Williams?

Supongo que es justo hablar hoy un poco del flamante ganador del Oscar a la mejor banda sonora original, Michael Giacchino. La verdad es que este hombre, bastante joven y con una carrera hasta ahora relativamente breve, lleva tiempo mostrando signos evidentes de que, o mucho se le tuercen las cosas, o está llamado a convertirse en uno de los más grandes -si no lo es ya- compositores del género de la música de cine.

Michael Giacchino, trabajando.

En los últimos años se han juntado las muertes de Jerry Goldsmith y Maurice Jarre con el retiro del igualmente grande John Barry, dejando bastante solo al considerado "más grande de todos", John Williams. También están por ahí Ennio Morricone, que suele ir más por libre, o James Horner, que tendría que currárselo todavía más que en Avatar para volver a sus mejores años. El caso es que las bandas sonoras que se han realizado en la última década, con excepciones bestiales como la saga El señor de los anillos del generalmente oscurantista Howard Shore, viene presentando una media de calidad no demasiado alta. Para sustituir a los antes mencionados han escalado posiciones gente como el muy irregular Hans Zimmer, capaz de lo mejor y de lo peor, según se le presenta el día, o el más bien nefasto Klaus Badelt, que en Piratas del Caribe hacía gala de un tatachán tatachachán realmente pedestre y aburridísimo. También andan por ahí músicos que, si bien no terminan de sacar la cabeza, sí que son capaces de llevar a cabo ciertas obras notables, como Harry Gregson-Williams (El Reino de los Cielos) o James Newton Howard (El bosque). Sin embargo, y aunque este aspecto de la producción cinematográfica viene siendo más o menos cubierto, no se tiene la sensación de que queden en activo compositores de la vieja escuela, de esos cuya raigambre estaba en los tiempos dorados de Miklos Rozsa, Max Steiner o Alfred Newman. La excepción es, por supuesto, John Williams, un músico que cada vez se prodiga menos pese a su copiosa producción del pasado. Se tiene un especial miedo al día en que Williams ya no esté ahí, ya que difícilmente puede esperarse de las nuevas generaciones que realicen obras tan imaginativas y poderosas como son las bandas sonoras de Star Wars o Indiana Jones, iconos que van más allá de la música y forman parte de la cultura de masas -en el mejor sentido de la expresión- de nuestro tiempo. Michael Giacchino se ha hecho especialmente conocido por dos cosas: por una parte, por sus maravillosas bandas sonoras para películas de Disney-Pixar (Los Increíbles, Ratatouille y la galardonada Up), y por otra, por sus composiciones para la serie de culto Perdidos. No obstante, y pese a que desde el principio dio muestras de su talento, dijo "aquí estoy yo" con el tema que creó para los títulos finales de Cloverfield, también conocida como Monstruoso.


El tema, una pieza larga llamada Roar!, recibió varios premios y dejó pensativos a quienes andaban buscando a un digno sucesor para Williams y sus fabulosas fanfarrias. El tema es rítmico, épico y pegadizo, de unas dimensiones sonoras colosales. En la misma línea épica ha realizado en 2009 la banda sonora de Star Trek, que también ha hecho las delicias de los aficionados.

Portada del CD de Up.

Personalmente, soy de la opinión de que Giacchino no tiene la extrema y casi inhumana capacidad de John Williams para componer tres o cuatro leitmotifs distintos para cada proyecto, ni para hacerlos tan vistosos y pegadizos, pero sí que le iguala en su habilidad para dar un sinfonismo maravillosamente clásico a los temas incidentales de sus obras, es decir, a aquellas piezas que, sin ser temas melódicos, acompañan sincronizadamente a los movimientos de los personajes y sus acciones en la pantalla. Eso no es poco. Y eso sí, el tema principal que crea para cada filme es estupendo. Por poner un ejemplo, en Up rescata el entrañable sonido que Victor Young dio a la partitura de La vuelta al mundo en 80 días, precisamente pensando en aquellas escenas de viaje en globo. Giacchino ha sabido hacerlo a la perfección, con un toque vodevilesco aquí y allá, como de cine mudo, convirtiendo algunas de las ya de por sí emocionantes escenas de la película en experiencias memorables (la secuencia en la que vemos la vida en pareja del anciano protagonista de Up forma parte ya de los grandes momentos de la historia del cine).

El cine existe para ver escenas como ésta.

En fin, que no se si Michael Giacchino realmente se convertirá en algo parecido al "nuevo John Williams" que muchos esperan, pero yo por lo menos me conformaría con que mantuviese viva esa forma tan clásica y elegante de entender la música de cine, siendo fiel, claro que sí, a su propia personalidad y a lo que puedan demandar los nuevos tiempos.

2 comentarios:

Mannelig dijo...

Pues gracias por el post, porque no conocía a Giacchino. Buscaré más obras suyas para formarme una opinión.

Como Williams es difícil hallar a ningún otro compositor, si tenemos en cuenta su alto nivel de conjunto (tendrá bandas sonoras "menos buenas", pero todavía estoy por encontrar una mala). Otro veterano como Trevor Jones quizá podría jugar en la misma liga. No obstante, hay autores jóvenes que han demostrado cosas muy interesantes cuando se les ha dado la oportunidad: estoy pensando en John Powell (X-Men: the last stand), o John Ottman (Superman returns), por ejemplo. Todo dependerá de que lo confirmen con el tiempo. ¿Y quién sabe? A lo mejor Horner vuelve a la juventud algún día...

El conde dijo...

Pues sí, tienes razón con esos músicos que mencionas. Trevor Jones, sobre todo, es de los más meritorios de la generación anterior a la actual. En cuanto a John Ottman, es verdad que en "Superman Returns" hace un gran trabajo, peor de John Powell no recuerdo haber escuchado nada, o al menos nada memorable.

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