domingo, 4 de julio de 2010

John Barry - DANCES WITH WOLVES


12. Fire Dance (1:49)
14. Falling in Love (1:41)
15. The Love Theme (2:00)
18. Victory (1:03)

Volvemos a las banda sonoras de cine con esta maravilla absoluta que nos regaló el gran John Barry para una de las mejores películas que soy capaz de recordar, Bailando con Lobos (1990). Como en muchas de las partituras que comento últimamente, ésta logró el Oscar correspondiente al año de su estreno. Y madre mía si se lo mereció.

John Barry

Como todos sabemos, Bailando con Lobos es una película dirigida y protagonizada por Kevin Costner, y ambientada en en el lejano Oeste americano. Pero no es del todo un western, ya que su planteamiento va más enfocado hacia contenidos de tipo intercultural que hacia los viejos cánones del género: en la película, el soldado John Dunbar es enviado a vigilar la frontera que dividía, en 1864, el territorio de los Estados Unidos de América con la todavía indómita nación amerindia. Lejos de toparse con una horda de salvajes sanguinarios, Dunbar se encuentra con un pueblo noble y orgulloso que, de manera progresiva, le va haciendo replantearse su propia concepción del mundo y su identidad como soldado americano. En fin, que Bailando con Lobos es un drama épico camuflado de western, y John Barry es en parte responsable.

Imagen de la película: a punto de ir a cazar búfalos.

John Barry, compositor británico que había ganado otros premios de la Academia de Hollywood por Nacida libre (1966), El león en invierno (1968) y Memorias de África (1985, éste todavía bastante reciente) y había sido durante muchos años el músico habitual de la saga de James Bond, sacó aquí a relucir su vena más épica, convirtiendo lo que era ya de por sí una magnífica película de tres horas en un espectáculo de magnificencia arrolladora. Pero antes de seguir, se hace necesario matizar cómo entiende John Barry la épica en la música de cine. Barry tiene un estilo inconfundible a la hora de componer, basado en melodías sencillas interpretadas a plena orquesta, con notas muy lentas casi siempre de instrumentos de cuerda que se van superponiendo de forma majestuosa, sin fanfarrias innecesarias ni grandes estridencias. Sus vientos son profundos y telúricos, y el efecto final es de una madurez tremenda. En Filmtracks.com definen el estilo de esta obra como cercano a lo wagneriano, pero yo la concibo como un trabajo más honesto y sobrio que aquellas grandilocuencias de las que hacía gala el alemán.

Kevin Costner en la piel de John Dunbar.

La escala que confiere John Barry a Dances with Wolves es, por lo tanto, muy grande. Utilizando ciertos patrones melódicos que nos recuerdan a temas de westerns clásicos de antaño (no falta alguna armónica), expande sus notas y les aplica la elegancia de una interpretación calmada y profunda. Barry consigue transmitir musicalmente la amplitud de los horizontes en las grandes praderas donde se desarrolla el filme de Costner, horizontes que también se ven agrandados en lo que se refiere al espíritu aventurero de su protagonista John Dunbar, cuyo tema propio es de una belleza incomparable. Hubo en su momento quien se quejó de que Barry no reprodujese piezas musicales en la línea de la música de los nativos americanos, pero, más allá de que el músico fuera capaz o no de realizarlas, no nos cabe duda de que en Bailando con Lobos toda la historia, y por extensión la banda sonora, transcurren a través del yanqui Dunbar y su evolución personal. Suyos son los ojos por los que, como público, vemos la película. Aun así, se pueden saborear ciertos juegos de notas al estilo de lo que hizo Antonin Dvorak con su Sinfonía del Nuevo Mundo.

No todos los indios de la película son hermanitas de la caridad.

Además de The John Dunbar Theme, John Barry hace algo para lo que pocos músicos de cine han sido elegidos: compone otros dos o tres fragmentos que podrían haber sido perfectamente dignos temas centrales de la obra, tales como Journey to Fort Sedgewick (que escuchamos durante muchos años en un anuncio de Repsol y que para mucha gente es más emblemático que el tema de Dunbar) o Two Socks/The Wolf Theme (el hermoso y sutil tema del lobo "Calcetines"). No faltan otras melodías sublimes, como la que escuchamos durante la cacería de los búfalos y en la que incluso desembocamos en una versión aventurera de The John Dunbar Theme, y otras tantas a las que prefiero remitirme a los enlaces con YouTube que he puesto arriba. John Barry, más o menos a partir de aquellos años, comenzaría a caer en una serie de dolencias que terminarían con su retiro definitivo del séptimo arte. Ahora estará tranquilito y descansando en casa, seguramente con la conciencia bien tranquila.

Rarísimo single promocional para la radio, con remezclas a sintetizador.

Y poco más, decir que esta es una de mis bandas sonoras favoritas, evocadora como pocas y difícilmente igualable en su nivel de calidad. Ha sido reeditada muchísimas veces con algunas ampliaciones de material, aunque creo que la edición original es suficientemente satisfactoria para no necesitar devanarse los sesos buscando otra. Aun así, y para hacer encajar lo que he encontrado en YouTube, he optado por incluir al principio la lista de temas de la edición expandida de 2004.

También aprovecho para agradeceros a todos/as vuestra participación en la página, que ya supera las 20.000 visitas.

1 comentario:

Mannelig dijo...

Estupendo análisis, también es una de mis favoritas absolutas. Sin desdeñar otras obras del amigo Barry (Memorias de África y El león en invierno, especialmente), en ésta echó el resto.

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