viernes, 9 de septiembre de 2011

Enya - A DAY WITHOUT RAIN

2. Wild Child (3:47)
3. Only Time (3:38)
4. Tempus Vernum (2:24)
6. Flora's Secret (4:07)
7. Fallen Embers (2:31)
8. Silver Inches (1:37)
9. Pilgrim (3:12)
10. One by One (3:56)
11. Lazy Days (3:42)

"Un día sin lluvia" es como tituló Enya a su quinto álbum, publicado en el año 2000. Cinco añazos habían pasado desde su anterior The Memory of Trees, justificados por el lanzamiento en el '97 del bonito recopilatorio Paint the Sky with Stars y su hermano mayor A Box of Dreams, que sirvieron un poco como excusa por tanta tardanza. Ya comentamos en su día que Enya se había estancado bastante con The Memory of Trees, un disco un poco irregular que no presagiaba grandes sorpresas en el futuro de la irlandesa en forma de una evolución artística clara. A Day Without Rain, sin embargo, fue una agradable sorpresa.

Enya, en una foto promocional no muy conocida.
Se trata de un álbum claramente conceptual inspirado en las cuatro estaciones del año, un poco corto aunque enormemente inspirado. Es uno de los discos más bonitos de Enya (quizá mi favorito, y me siento un poco culpable si pensamos en esa maravilla que es Shepherd Moons), si bien es cierto que su belleza radica mayormente en el carácter bastante aperturista y comercial de la mayor parte de su contenido. En A Day Without Rain hay, como siempre, temas rápidos y lentos, temas instrumentales y cantados en inglés y gaélico, aunque hay menos claroscuros que en, por ejemplo, Watermark, si exceptuamos la tenebrista y épica Tempus Vernum. El que nos ocupa es un trabajo mucho más luminoso y optimista, aunque algo más desligado de la raigambre folk de sus primeros trabajos, y eso que ya The Memory of Trees iba muy en esa línea. Y en el desarrollo de su concepto sobre las estaciones funciona muy bien, con composiciones muy evocadoras de cada estación del año, empezando -si no me equivoco- por el otoño hasta abarcar el ciclo completo como si de un calendario ilustrado se tratase. Buena idea.

Portadas de los singles Only Time y Wild Child.

Sin embargo, este disco tuvo un pequeño problema en el momento de su salida: la elección de un single bastante insulso para su promoción en televisión y radio. Only Time es una balada de Enya no especialmente brillante aunque sin duda hermosa, pero palidece en comparación con temas mucho más potentes y comerciales como Wild Child (el segundo corte del álbum, normalmente el primer single de todo disco de Enya) o Floras's Secret. De todos modos, el álbum no tiene desperdicio al ser muy cortito y no haber espacio para material de relleno. Lo que nunca he comprendido es por qué un disco breve como este se permite el lujo de incluir un tema extra para Japón, Isobella y otra para Canadá, The First of Autumn. Solamente se explica algo así como una forma de hacer que los fans más acérrimos se tengan que comprar las tres ediciones, gastándose por supuesto el triple, para tener el álbum "completo". Encima, los singles de Only Time y Wild Child contuvieron temas inéditos como The Promise, Midnight Blue, Song of the Sandman y Willows on the Water, así que a comprar se ha dicho. A Day Without Rain, sin demasiado ruido, pasó a engrosar el catálogo de Enya y languideció en los estantes de los centros comerciales...

Vídeo oficial de Only Time.

... y el de Wild Child.

...hasta que un martes cualquiera, a mediados de septiembre del año siguiente, se produjo el más importante ataque terrorista de todos los tiempos. En directo y ante la estupefacción de todo el planeta, tres aviones de pasajeros que habían sido secuestrados por terroristas se estrellaron contra las torres del World Trade Center de Nueva York, y el Pentágono, causando una enorme cantidad de víctimas civiles y desencadenando el mayor despliegue informativo que se recuerda. Las televisiones no pararon de emitir reportajes sobre la tragedia a todas horas, y la CNN, uno de los más prestigiosos canales de noticias de los Estados Unidos, contó con el casi olvidado Only Time para acentuar el carácter solemne (y un poco lacrimógeno) de los vídeos de homenaje. La canción de Enya tuvo tal calado que el álbum ascendió al top-ten norteamericano de la noche a la mañana, e incluso salió a la venta un remix que contenía el tema mezclado con sonidos reales de los sucesos del 11-S, incluyendo a George W. Bush dando la noticia. En 2002, A Day Without Rain ganó el Grammy al mejor álbum New Age, y en 2001 fue el quinto disco más vendido en todo el mundo.

Contraportada del estuche del CD.

No sé qué le parecería a una mujer tan dulce y pacífica como Enya el que la salvajada de Osama Bin Laden y Al Qaeda, aun muy indirectamente, le proporcionasen el mayor pelotazo de ventas de su carrera. Es una buena pregunta para una hipotética entrevista. Definitivamente, tras este álbum y su también exitoso trabajo en la primera película de El Señor de los Anillos (2001), Enya tocó techo. Después vendrían otros discos con temas buenecillos y regularcillos y más ventas masivas, pero A Day Without Rain sigue siendo su último gran disco. Hay que escucharlo.

2 comentarios:

Mike Shooter dijo...

Muy de acuerdo con el comentario. A partir de The Memory of Trees era muy habitual oir que todos los discos de Enya eran iguales incluso por parte de gente que ni se molestaba en oirlos. A Day Without Rain no era un disco más de la irlandesa sino uno muy bueno. Cuando realmente ha empezado a flojear ha sido, en mi opinion, con los discos en los que no había título en latín. Ese corte solía ser siempre de una profundidad e intensidad que lo destacaban del resto.

El conde dijo...

Creo que tanto a Amarantine como a And Winter Came les falta fondo, quizá sea por esos temas oscuretes en latín que mencionas. Lo más curioso de A Day Without Rain -que innova poco o nada respecto al sonido de sus álbumes anteriores, todo hay que decirlo- fue un gran álbum cuando todo parecía indicar que no iba a serlo. Como decía, puro placer culpable.

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